jueves, 17 de octubre de 2013

Filosofía de andar por casa

Lo bueno y emocionante de la vida es no saber qué pasará mañana. Lo malo y decepcionante de la vida también. Como no sabemos, no estamos preparados y lo bueno nos entra bien a todos, pero lo malo no. Será por eso que hay que estar preparado para lo peor, porque para lo mejor no hace falta. A veces hay que cruzar todo un desierto para apreciar el oasis, atravesar negros túneles para sentir el placer de ver la luz, fallar mil veces el tiro al blanco para aprender por fin a hacer diana.
He logrado tantas cosas en mi vida a base de puntapiés que mirándolo con la perspectiva que da el tiempo no puedo más que estar agradecida. Pero aún así, no estoy convencida de que todo lo malo sean bendiciones disfrazadas. A veces, simplemente, lo malo ocurre porque sí, y la ira me lleva a pensar en ese maravilloso discurso de Pacino en "Pactar con el Diablo":

“… a Dios le gusta observar, es un bromista. Piénsalo, dota al hombre de instintos, os da esta extraordinaria virtud, y qué hace luego… los utiliza para pasárselo en grande, para reírse de vosotros al ver cómo quebrantáis las reglas. Él dispone las reglas y el tablero, y es un auténtico tramposo: Mira pero no toques. Toca pero no pruebes. Prueba pero no saborees. Y mientras os lleva como marionetas de un lado a otro qué hace él… ¡se descojona, se parte el culo de risa! Es un payaso, es un sádico, es el peor casero del mundo…”

Esta mañana me desperté escuchando un programa de radio. Ahora me ha dado por eso, cuando estoy sola duermo con la radio encendida. Me ayuda a dormir. Antes apreciaba el silencio pero cuando los ruidos están en tu cabeza se agradecen las voces de fuera. Total, que me dormí escuchando Hablar por Hablar y me desperté en mitad de una tertulia sobre el cáncer en las mujeres. ¿Tengo que entender que eso también es una bendición? “El cáncer me ha enseñado a apreciar las pequeñas cosas de la vida”, decía una, “Te sientes doblemente amputada cuando se te cae el pelo. No es lo mismo en un hombre que en una mujer. Pero aprendes a aceptarlo y a llevarlo con dignidad”, decía otra. Apagué la radio asqueada y al cabo de un rato tuve que vomitar. Hay cosas que no puedo perdonarle a la vida. Tiene que haber formas menos dolorosas de hacernos crecer. Al lado de esto mis problemas se vuelven diminutos pero no por eso dejo de indignarme. No estamos a salvo de nada. Andamos a ciegas por este camino de flores y barro, de arcoíris y barrancos, de sol y tinieblas…
Creo que dios y el diablo existen solo dentro de nosotros. Y cada persona crea su propio cielo y su propio infierno. He encontrado en el camino a gente con alas de ángel y a otras con cuernos y tridente. A veces se mezclan y ocupan el espacio que no les corresponde y es nuestro deber poner a cada uno en su sitio. Mis ángeles en el cielo, mis demonios en el infierno.

Llevo dos días con fiebre y probablemente este discurso sea producto del delirio. Sea como sea, así lo siento hoy. Mañana... mañana quién sabe...

miércoles, 16 de octubre de 2013

"Camino de Sombras"

La primera vez que me puse frente a una cámara fue para presentarme a un casting de David Eating, que buscaba gente para rodar la serie "El Silencio". Fue mi primer casting para cine y recuerdo que me dio un formulario que tenía que rellenar contando mi experiencia como actriz; puse mis datos personales, el resto lo dejé en blanco. No solo no tenía experiencia en cine sino que estaba empezando a hacer teatro en serio. O sea que mi experiencia como actriz, en general, era prácticamente nula.
Recuerdo que en el formulario había un espacio para escribir los nombres de los cortos, pelis o series en las que habías trabajado. Estaba a punto de irme cuando me hizo pasar. Hice la prueba de cámara y al terminar le dije lo que había "Mi formulario está un poco vacío... Y además llevo ortodoncia, aunque me la quitan en un par de meses". David se rió. Para mí todo eran obstáculos y él tan tranquilo... A los pocos días me ofreció un papel en la serie.
Hoy, 3 años después, me llama para que participe en su último corto, y ahora me faltaría espacio en el formulario para escribir mi experiencia como actriz. Éste es mi sexto corto y gracias a David le perdí el miedo a la cámara. Nunca olvido a las personas que me han ayudado de alguna forma (tampoco olvido a las que me han puesto la zancadilla), por eso me siento feliz de haber vuelto a trabajar con él. David no es solo un cineasta apasionado sino que cree en lo que hace con una fuerza que ya quisieran muchos. Será por eso, y por su calidad humana, que se rodea siempre de un gran equipo, en este caso ha sido Aqueronte Films. Para mí, conocer a estos chic@s ha sido todo un descubrimiento.
"Camino de Sombras" es el título de este cortometraje. Y con estas pintas aparezco.
Amo la magia del cine!

jueves, 3 de octubre de 2013

Palabras de Chaplin

"Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas".
Charles Chaplin

miércoles, 2 de octubre de 2013

Mirar hacia dentro y seguir adelante

A veces hay que tomar decisiones que no quieres, aceptar los cambios, tomar otros caminos... Ante esa nube de humo que te hace doblar el cuerpo con dolores abdominales, fiebres injustificadas, vómitos de nada, solo hay una cura: paz interior. Y nadie puede proporcionártela, ni siquiera una misma puede mientras esté pendiente del mundo exterior, que viene a contaminar con su ruido tu silencio y que muy pocas veces merece tu atención.
Sé quién soy y no tengo nada que reprocharme; ya no... salvo el hecho de permitir que todo me afecte. Ojalá fuera más fuerte en ese sentido. Pero hacerme fuerte implica renuncia, y hasta renunciar al dolor cuesta mucho a veces, a pesar de saber que es lo mejor y que siempre ganaré más de lo que pierdo (al menos en salud).
Me ha costado mucho entender las cosas como son. Mucho. Por suerte, mis momentos de lucidez me han dado respuestas y me han permitido seguir adelante con o sin ayuda. Y ahora sé que nada ni nadie tiene derecho a romper lo que tanto me ha costado construir, mi estabilidad emocional (de la que ahora sé que me puedo sentir orgullosa), mis ilusiones, mi esfuerzo por crecer en este incierto oficio en el que me he metido... mi vida... Jamás apostaré por las personas que intenten manipular mis emociones, ni por las que me hagan llorar, ni por las que piensen que el fin justifica los medios.
Y siguiendo en mi senda, renuncio a lo dañino pero nunca a mi trabajo que es lo que me mantiene viva. Por esa razón, me desvinculo de unos y me adhiero a otros y con suerte, previa entrevista, tendré la oportunidad de trabajar en un curso de Laboratorio Teatral con dos de los más grandes maestros de Granada: Piñaki Ruiz y Mayi Chambeaud. Si consigo entrar tendré además como compañera a una persona estupenda y gran actriz que ya es mi compañera en La Luna Teatro, y que como persona vale mucho y me inspira solo cosas buenas: Mª Carmen Díaz. Aparte intentaré con Piñaki montar un taller de Interpretación ante la cámara. Y la semana que viene ruedo otro cortometraje con David Eating y Aqueronte Films.
En otro orden de cosas, ando detrás de varios trabajos que me den la estabilidad económica que necesito para hacer las maletas y volar a NY y con suerte no volver nunca, aunque eso ya es soñar demasiado.
Por lo pronto, disfrutaré de lo que tengo que no es poco, todo un año lleno de bolos, un contrato como actriz profesional y todo lo que va saliendo casi sin buscarlo, que es lo que le da sabor a la vida. Y el que no me quiera que no me busque. Porque yo juego fuerte y no todos pueden seguirme el ritmo.
Sé que hoy no es el día, ni tampoco lo será mañana, y quizás tampoco el mes que viene, pero ese día llegará, y volveré a sonreír... porque me lo he ganado.